5/4/10

Toledo


Toledo, conocida como la ciudad de las tres culturas porque estuvo poblada por judios, cristianos y árabes.
En Semana Santa hicimos una escapada a esta ciudad.
Cabe destacar que si no eres muy devoto evites ir alli en Semana Santa ya que las procesiones invaden la ciudad. Nosotros "pecamos" de ingenuos ya que creimos que no iba a ser para tanto, ¡que equivocados estábamos!
El primer día que llegamos estuvimos recorriendo las calles laberínticas del casco histórico, ¡que lio con el mapa!, y eso que nos solemos orientar bien... se nos olvidó la cámara en el hotel asique no pudimos hacer fotos. Por la tarde empezaron las procesiones, y nos las vimos para poder llegar a la calle Alfileritos donde ibamos a cenar, ya que cortaban muchas calles y te perdias con facilidad.

Asique del susto y del caos de esa noche, al día siguiente decidimos escaparnos de la ciudad por unas horas e ir a visitar Consuegra.


Capitulo VII. Don Quijote de La Mancha.
En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo; y, así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:
—La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.
—¿Qué gigantes? —dijo Sancho Panza.
—Aquellos que allí ves —respondió su amo— de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
—Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
—Bien parece —respondió don Quijote— que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.
Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que, sin duda alguna, eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer.
A la tarde de vuelta a Toledo, de nuevo dimos un paseo para sacar unas cuantas fotos a los monumentos más emblematicos de la ciudad.

Esa noche habiamos reservado para cenar en un restaurante que nos habian recomendado, La Abadia. El restaurante esta muy bien, pero no iba con hambre y no disfruté mucho de la cena. También nos habian comentado que en Toledo te ponían pocas tapas, no se si tuvimos suerte en los locales que entramos pero en todos nos sacaron algo.
En el barrio de Santa Teresa, concretamente en la Plaza Cuba, en todos los locales te sacaban unos buenos pinchos, asique el sábado viendo el partido del Barça- Athletic, nos pusimos morados a comer.

Esta ha sido nuestra aventurilla en esta ciudad, nos queda pendiente volver en otra época del año ya que no la hemos disfrutado del todo con el rollo de la Semana Santa.








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