31/8/10

Cuenca

El primer día de vacaciones paramos una noche en Cuenca y así no se nos hacia tan pesado el viaje y conocíamos otra ciudad. 
Casualidad la tarde anterior había habido una tormenta de verano que había provocado unas pequeñas inundaciones y encontramos la ciudad un poco sucia por el barro, a parte pasamos hasta frío.

Lo único que había oído de Cuenca eran las Casas Colgadas, allá que nos fuimos a verlas, pero vamos no me parecieron nada espectaculares.

Vimos también la catedral que la comparan con la de Notre Dame de París,  me llamo más la atención.


Y poco más, nos dedicamos a probar cosas típicas de Cuenca como el Zarajo, preparado a base de intestinos de cordero lechal que se enrollan en una especie de palo y se asan. Estaba fuerte.

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