Esta receta se la dedico a mis padres, que son los responsables de que en casa podamos degustar este magnifico plato. Entre los 2 sacan adelante esta laboriosa receta.
Siempre he oído trucos para agilizar el proceso de ligar la salsa del bacalao pero en casa hacemos la receta tradicional.
Para seguir con nuestra tradición, bajamos unos días antes de Nochevieja al Casco Viejo bilbaíno y hacemos cola en la Bacalada Gregorio Martín, uno de los más famosos comercios de Bilbao, con más de 80 años de antigüedad.
Ingredientes
1kg de Bacalao
1l de aceite virgen extra
1 cabeza de ajos
Elaboración
Lo primero que hay que hacer es desalar el bacalao. Hay que hacerlo 36 horas antes de cocinarlo.
Se pone en un barreño y se le cambia el agua mañana, tarde y noche.
Pasadas las horas empezamos a cocinar...
Lo primero pelar los ajos pero dejarlos enteros, sin trocear.
En una cazuela grande, añadir el aceite y dorar los ajos, tienen que quedar tiernos. Reservarlos.
Retiramos la cazuela del fuego para que se temple el aceite.
Poner las tajadas de Bacalao con la piel hacia arriba, separadas, nunca montar unas con otras. El aceite tiene que cubrir las tajadas, es muy importante, si con lo que se ha echado no cubre, habría que añadir más aceite.
Lo ideal es tener un soporte para poder dar vueltas fuera del fuego, en nuestro caso tenemos una banqueta o silla vieja que utilizamos para esto.
Empezar a dar vueltas a la cazuela, fuera del fuego durante 10 minutos, empezará a soltar la gelatina el Bacalao (Son las motitas blancas que hay en el aceite)
Ponemos la cazuela al fuego, hasta que de el primer hervor. Retirar y posar en la silla y a menear la cazuela otros 10 minutos. La salsa va cogiendo forma...
El proceso de calentar, y remover 10 minutos se realiza mínimo 2 veces más.
Una vez finalizado el proceso, decorar con los ajos que teníamos reservados. Y estaría listo para comer.
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